El paraiso del motocross

  Érase una vez un país al que los aficionados a la moto de todo el mundo, en vez de llamarlo por su nombre, lo conocían por El paraiso del motocross.
  Es un país increible. No es un país pequeño pero tampoco es demasiado grande y tiene un clima ideal para la práctica del motocross.

En invierno el norte es un poco frio pero soportable aunque el resto tiene una temperatura ideal y en verano, a pesar de que hace bastante calor, siempre quedan las primeras horas de la mañana y los atardeceres para practicar este deporte en una gran cantidad de circuitos perfectamente acondicionados, regados y bastantes de ellos con zonas iluminadas, no olvidemos que estamos en el paraiso del motocross.

  Pero lo más increible no es esto, lo mejor es cómo tienen organizados sus campeonatos, perfectamente estructurados de manera lógica y efectiva. No en vano de este país salen cada año decenas de pilotos que destacan luego en los campeonatos mundiales de la especialidad y que copan los mejores puestos en los equipos oficiales.
  Sin ir más lejos, su campeonato nacional “estrella” aprovecha el buen clima del invierno para disputarse de noviembre hasta abril. Esto hace que los mejores pilotos de otros países más fríos se desplacen a él y lo utilizen como excelente entrenamiento de pretemporada para el Campeonato del Mundo.
  La mayoría de los extranjeros no siguen todo el certamen ya que en noviembre todavía es demasiado pronto para ellos y en abril ya empieza el Mundial por lo que no pueden arriesgarse a lesionarse y dos meses antes ya se vuelven a sus respectivos países.
  Esto permite que los campeones nacionales sean siempre de ese país y al mismo tiempo ayuda a aumentar el nivel de los pilotos “locales” que ven como en algunas carreras tienen que luchar contra los mejores pilotos del Mundo. De más está decir que la presencia de estos pilotos internacionales también atrae mucho público a las carreras.

  Al principio no le hacían mucho caso a este deporte, pero cuando vieron el revuelo que estaba levantando la presencia de los mejores pilotos del Mundo y sobretodo que el campeonato coincidía justo en la época en que ya no hay carreras de Moto GP ni de Fórmula 1, las televisiones se lanzaron a retransmitir estas carreras en directo los domingos al mediodía, sobretodo la superfinal de MX1 y MX2, que junta a los 20 primeros clasificados de cada categoría de las mangas de la mañana y que se disputa a las 14h, justo cuando la gente está acostumbrada a ver Moto GP el resto del año, mientras comen.
  La presencia de la TV en los últimos años ha elevado el nivel de popularidad de este deporte hasta cotas insospechadas hace un tiempo y ha permitido que el nivel tanto de pilotos como de espónsors haya aumentado considerablemente, lo que es la envidia del resto de países. Pero lo bueno es que antes de que llegara la TV ya se estaban haciendo bien las cosas y el motocross ya gozaba de una excelente salud.

  En mayo, un mes después de haberse terminado el “Nacional” y aprovechando que los días empiezan a ser más calurosos y más largos, se disputa el Nacional de Supercross, siempre los sábados por la tarde. Es un campeonato que acaba a finales de septiembre, justo dos meses antes del inicio del nacional “outdoor” que comentábamos antes.  Este calendario permite que los pilotos que han disputado el outdoor puedan participar en el de supercross sin riesgo a perderse el otro campeonato por lesión.
  Las primeras carreras hasta mediados de julio y las últimas desde mediados de agosto y septiembre  se disputan en ciudades medianas y zonas turísticas, en circuitos construídos en zonas deportivas como aparcamientos de tierra o campos cercanos al núcleo de población, en los que se instalan unas gradas provisionales y en pocos días se construyen unos buenos circuitos que hacen las delicias del público y también de la televisión, que ve cómo con sólo dos o tres cámaras pueden retransmitir unas emocionantes carreras los sábados por la tarde/noche en una franja horaria en que mucha gente está cenando tarde para salir luego “de fiesta”, como es habitual en nuestro país protagonista los sábados a partir de las 24h.
  Pero es en el mes que va desde el 15 de julio al 15 de agosto cuando el supercross visita los mayores estadios de fútbol de las mayores ciudades del país del que hablamos y es que es justo en ese periodo de tiempo cuando los equipos de fútbol (deporte rey en ese país) están parados y cuando los mencionados estadios aprovechan para renovar el césped machacado durante toda la temporada de liga de fútbol.

  Si viérais la de peleas que hay entre estos estadios para poder albergar una prueba del nacional de Supercross os daríais cuenta de la magnitud que tiene el deporte del motocross en ese país y es que con lo que ganan por el alquiler del estadio durante una semana (hay que construir y desmontar el circuito después) y por la gestión de los bares del recinto, tienen dinero suficiente como para pagar la renovación del césped y para pagar toda el agua que gastan durante el año para mantenerlo en buen estado.
  Y es que las casi 40.000 personas que asisten a estas carreras “estrella”, no sólo traen buenos ingresos de taquilla, sino que las televisiones y los mejores espónsors también quieren estar y eso permite que también los mejores pilotos del Mundo no se las quieran perder. Un negocio redondo, vaya.

  Aunque me he dejado lo mejor para el final. Todo este éxito no sería posible si no fuera por la excelente base que tienen y es que si los campeonatos profesionales están bien montados y con sentido común, lo de los campeonatos “amateurs” es ya para quitarse el sombrero.
  Imaginaros. Como os he dicho el país no es muy grande pero sí lo suficiente como para necesitar un día entero de viaje en coche para atravesarlo, por lo que “esta gente” se lo han montado de manera que los pilotos amateurs no tengan que hacer viajes de más de 3 horas para disputar una manga en toda su carrera deportiva hasta que llegan a profesionales. Así permiten que mucha más gente con recursos “modestos” pueda llegar, si se esfuerza y tiene el nivel, a ser un profesional de este deporte.
  ¿Que cómo lo han hecho? Muy simple. Han dividido el país en 7 zonas, 2 zonas para dos archipiélagos que tienen y 5 zonas para el resto del país “continental”.
  En cada una de estas zonas se disputan todo tipo de carreras organizadas por diferentes motoclubs. Algunas son puntuables para campeonatos regionales, campeonatos provinciales, campeonatos de clubs, campeonatos de marcas y también muchas carreras sueltas.
  Algunos pilotos sólo disputan algunas carreras sueltas y otros todas las que se hacen, según su presupuesto y aspiraciones.
  En algunas zonas el motocross es “más fuerte” que en otras y eso permite que en las carreras haya infinidad de categorías e incluso se tengan que hacer carreras sólo para unas categorías y otras para otras, ya que en un solo día no daría tiempo para tantas mangas.
  Pero lo que tienen en común estas zonas es que cada carrera que se disputa en ellas otorga una serie de puntos a los pilotos a parte de los que se les otorguen por los respectivos campeonatos “locales”. Estos puntos se van acumulando a lo largo del año y las carreras tienen diferente “puntaje” dependiendo del nivel de la carrera en cuestión.
  Eso permite que pilotos que hagan muchas carreras pero más “fáciles” puedan tener los mismos puntos a final de temporada que otro que hace menos carreras (porque a lo mejor tiene menos presupuesto) pero que ha participado en carreras de mayor nivel.
  Por cierto, cada piloto sólo puede inscribirse cada año para una sola zona, que es de donde sacará los puntos, pero puede participar en carreras de cualquier otra zona, aunque no obtiene puntos en éstas. De esta manera se evita que gente con más presupuesto gane más puntos haciendo desplazamientos más largos.  Como veis siempre buscan que haya igualdad de oportunidades en la medida de lo posible.
¿Y para qué sirven estos puntos? Te preguntarás.
  Pues para clasificarse para participar en el Campeonato Nacional Amateur. El evento más importante de la temporada, incluso más que cualquier carrera de los nacionales “profesionales” que hablábamos antes. No en vano de ahí salen cada año las nuevas estrellas que pronto se convertirán en profesionales y más adelante alguno de ellos destacarán en los campeonatos del mundo, como se ha visto en los últimos años.

  El Campeonato Nacional Amateur es un evento “concentrado” que se disputa la primera semana de agosto , nórmalmente en un circuito del norte del país (más fresco por esas fechas) y que empieza un domingo con los entrenamientos libres y que de lunes a viernes disputa centenares de mangas clasificatorias, repescas, re-repescas, etc. Todo para para llevar a los mejores pilotos de cada categoría a disputar las mangas finales el sábado y domingo siguientes.
  Es la semana del motocross por excelencia y en ella se dan cita absolutamente todas las categorías imaginables, desde los más pequeños hasta los veteranos de casi 60 años.
  Sólo para que os hagáis una idea, entre las chicas hay  5 categorías diferentes, 50cc y 65cc es donde hay más, pues el motocross se ha hecho muy popular sobretodo los últimos años en ese país, pero las chicas tiene también 85cc, 125cc y Superiores. Imaginaros las de chicos.
  En ese evento todas las marcas tanto de motos como de recambios están representadas con sus camiones oficiales y sus “ojeadores” en busca de la nueva estrella a la que esponsorizar antes de que te la quite la competencia.
  A eso de las 6 de la tarde, cuando ya se han acabado todas las mangas, los pilotos, familiares, espectadores, etc.  se reúnen en una carpa habilitada por la organización en la que cada día se celebran actos diferentes. A primera hora suele haber un espectáculo infantil para los más pequeños (magia, payasos y todo eso) y más tarde se hacen conferencias, tanto de pilotos profesionales que explican sus “trucos”, como de marcas que presentan sus productos o de los propios organizadores que debaten con pilotos, padres y marcas sobre cómo mejorar el motocross amateur para el siguiente año.
  ¿Qué por qué se disputa todo en una sola semana?
  Para empezar porque estamos hablando de pilotos “amateur”, es decir que o bien todavía no viven de esto porque están en categorías pequeñas o bien su nivel no es suficientemente alto como para ser fichados por equipos oficiales o bien son aficonados o ya veteranos que sólo pretenden divertirse practicando su deporte favorito pero ello no significa que quieran renunciar a tener un título nacional en su palmarés, aunque sea un título “amateur”.
  Eso significa que estos pilotos se lo tienen que pagar todo ellos (o sus padres) y si se concentra todo en una semana y encima en Agosto, cuando los que están en edad escolar están de vacaciones, todo se hace mucho más llevadero, tanto económicamente como en desplazamientos y tiempo perdido.
  Otra vez vemos cómo intentan igualar las posibilidades de los que menos tienen con los más adinerados, de ahí el éxito de ese país con el motocross.

  A parte de este campeonato amateur permitidme que os cuente sobre otras carreras que tienen que me han sorprendido.
  Resulta que este país del que os hablo tiene muchos kilómetros de costa, mucha playa vamos. Pues bien, resulta que durante casi todo el año excepto en los meses de verano, se disputan una espectaculares carreras los domingos por la mañana en las mismísimas playas.
  Diseñan unos circuitos sencillos el mismo sábado por la tarde con unas estacas y cinta, tipo crono de enduro pero con el trazado mucho más ancho y el domingo se dan cita allí centenares de pilotos de los alrededores (y algunos profesionales que no tengan carrera ese día) e incluso Quads.
  Ya después de los entrenamientos aquello parece una carrera de Holanda. Hay unas dunas y unos peraltes dignos de un Mundial  y lo que al principio parecía un circuito aburrido y nada espectacular se convierte en un auténtico desafío para los pilotos y en un descubrimiento para los numerosos espectadores que se dan cita aprovechando el sol de mediodía y que descubren con asombro que la playa que visitan en agosto ahora es un entramado de roderas, dunas y peraltes que al día siguiente volverá a estar plano como si nada.
  Y es precísamente la suma de la cantidad de pilotos junto con el asombrado público el éxito de estas carreras, ya que los avezados restauradores y comerciantes de las poblaciones más turísticas ya han visto hace tiempo que este tipo de eventos traen muchos clientes a sus restaurantes y tiendas una vez terminadas las carreras (en temporada baja) y son ellos precísamente los que con su esponsorización, intermediación con el ayuntamiento y premios especiales, hacen posible que los motoclubs puedan llevar a cabo estas carreras con todas las facilidades.
Pero estas carreras hacen posible otro “milagro” del paraiso del motocross y es que a pesar de ser un país con circuitos de terreno “duro” resulta que ya hace años que los mejores especialistas en arena salen precisamente de allí y no de Holanda como antaño.
  En fín todo un “entramado” de campeonatos y carreras perfectamente sincronizado con un único fín, seguir siendo el paraíso del motocross y seguir siendo cuna de grandes campeones. La envidia de todo el mundo motorizado.

  Pero no os penséis que siempre ha sido así, no.
  Hace unos años algo así parecía un sueño imposible para ellos.

  Imaginaros que, hace apenas cinco años, el campeonato nacional outdoor se disputaba en los mismos meses que el resto de campeonatos. El Mundial, el Europeo, Moto GP, Formula 1, todos coincidian con el nacional de ese país, con lo que al ser éste un campeonato “menor” tenía que organizar su calendario de manera que las carreras no coincidieran con estas otras.
  De esta forma el nacional constaba de siete u ocho carreras (la mitad que ahora) y repartidas desde Marzo hasta Octubre, con lo que los pilotos tenían que estar en forma ocho meses para sólo ocho carreras. Además algún mes había hasta tres carreras en diferentes puntos del país y otros meses ninguna, con lo que aún era peor. Por supuesto, ni hablar de pilotos extranjeros punteros.
  Imaginaros un piloto con pocos medios lo que tenía que sufrir tanto económicamente como física y mentalmente para hacer un campeonato de éstos.
 Además, al ocupar este campeonato buena parte del año no había forma de hacer un campeonato de supercross en condiciones ya que los mejores pilotos no querían participar porque si se hacían daño les comprometía para las dos o tres carreras que quedaban a final de año y al no participar los mejores pilotos los organizadores veían como les costaba atraer espectadores y ello impedía que les salieran los números, con lo que el campeonato de supercross ni llegaba a organizarse por falta de pruebas.
  Pero lo peor era para los amateur, que son la mayoría siempre en todos los deportes y que no tenían ningún tipo de pautas a seguir para llegar a ser profesionales.
  Los que llegaban a profesionales era porque sus familias tenían dinero o sabían cómo conseguirlo y se pasaban toda la juventud moviéndose por todo el país disputando campeonatos nacionales de categorías inferiores y si al llegar a las categorías superiores destacaban, a lo mejor tenían la suerte de entrar en alguno de los pocos equipos que había entonces, eso sí,  pagando ellos todavía parte de sus gastos y ni soñando con sacarse un sueldo limpio.
 Con este sistema la mayoría se quedaban por el camino, unos cansados de gastar tanto dinero para tan poca recompensa y otros viendo como por falta de ese mismo dinero sus posibilidades se esfumaban al no poder seguir todos los campeonatos a pesar de tener sufiente nivel o aptitudes para ello.
  Pensad que incluso un chico, que por aquel entonces era muy joven, fue campeón del Mundo de 65cc y para seguir progresando sus padres tuvieron que buscarse trabajo en Bélgica u Holanda e irse a vivir allí todos porque en su país no había forma de progresar y sabían que con menos dinero invertido en el extranjero tenían muchas más posibilidades de llegar “a algo” que no quedándose en casa y quemando el presupuesto en viajes interminables de campeonatos interminables hasta llegar a ser campeón nacional de MX2 y luego buscar un equipo para el europeo y luego otro para el Mundial y ver cómo ya con 25 años nadie le querría para su equipo.
  Pensad que por aquel entonces todo parecía estar hecho para dificultar la práctica de este deporte. Participar en campeonatos no servía para nada, no había ningún objetivo final que te permitiera progresar. Sacarse la licencia significaba pagar una suma importante de dinero que sólo te servía para estar asegurado el día de las competiciones, en las cuales debías volver a pagar otra inscripción y seguro, mientras que en países vecinos con mayor nivel de vida, por mucho menos dinero los pilotos tenían una licencia que les aseguraba para todas las carreras y entrenamientos. Los motoclubs necesitaban mucho dinero para sacar adelante las carreras y la única fuente de ingresos que tenían era la inscripción de los pilotos.
  Es decir, ser piloto en aquella época era cosa de “ricos” o de auténticos “enfermos” que se gastaban todo lo que ganaban en sus trabajos con su deporte.
  Debido a este importante coste la cantidad de pilotos que practicaban motocross no era muy importante en relación a la población de ese país, con lo que las marcas, tanto de motos como de accesorios, no veían rentable patrocinar a muchos corredores, ya que las ventas no compensaben esas inversiones.

  En ese tiempo todo el mundo le daba la culpa de la situación a la Federación o mejor dicho a los responsables federativos, pero como se vio después, no era culpa de que no fueran gente “capaz” que lo eran y lo son, si no que simplemente nunca se habían planteado hacer las cosas de diferente manera a como se habían hecho siempre, ni nunca se habían planteado sentarse con todos los implicados y redibujar el panorama del motocross desde lo más bajo hasta lo más alto y configurarlo todo para que funcionara como un engranaje con un solo objetivo, convertir a ese país, con un clima privilegiado, en un paraiso para practicar el motocross.
  Ya sabéis el dicho “si sigues haciendo las cosas como las has hecho siempre, seguirás obteniendo lo que siempre has obtenido” – Moraleja: “si quieres obtener resultados diferentes haz las cosas de diferente manera y si puede ser, de mejor manera”

  Por suerte a uno de estos federativos le llegó un escrito hecho por un “lunático” enamorado del motocross que una vez escribió un largo texto en un sitio web llamado Mxtotal y si bien no se hicieron todos los cambios que el “lunático” describía, sí que le sirvió de inspiración como para ponerse “manos a la obra” y junto con todo su equipo y con todos los “actores” implicados le dieron la vuelta a la situación y … todo cambió.

    Érase una vez un país al que los aficionados a la moto de todo el mundo, en vez de llamarlo España, lo conocían por El paraiso del motocross
 

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