La historia de un buen entrenador: Aldon Baker

Sin duda alguna el papel del entrenador es más importante de lo que algunos creen. Rodearse de buenos profesionales es fundamental para la evolución en cualquier deporte. 

A continuación, NewTime nos deja con un bonito relato acerca de la persona de Aldon Baker, el entrenador actualmente de Ryan Villopoto, Ken Roczen y Adam Cianciarulo. 

 

Aldon Baker

Si yo fuera periodista, que no lo soy, trataría en mis reportajes de llegar a la gente, de hablarles de gente interesante, por sus capacidades personales fuera de lo común o por cosas que hagan o que sepan hacer.

Y si les hablase de las carreras de motocross no me limitaría a contarlas carreras, intentaría hablar del mundillo interior del motocross, de la gente que hace que ese grupo heterogéneo de personas,  que viven de y por las carreras, tenga un interés especial.

Y en ese grupo hay una persona en concreto de la que llevo tiempo haciendo comentarios aislados y del que hoy quiero recrearme en hablaros sobre él un ratito, se trata del «entrenador de campeones» uno de los «trainers» más cotizados de la historia de este deporte y me atrevo a decir que el más exitoso, estoy hablando, ni más ni menos que de:

Aldon BAKER.

Hoy en día, Aldon Baker es conocido por ser el entrenador de Ryan Villopoto, de Ken Roczen y de Adam Cianciarulo, los tres al mismo tiempo, pero ¿cómo hace este fuera de serie para tener a este plantel de figuras bajo su manto? ¿Cuál es su dinámica de trabajo? ¿Qué le hace tan especial, para que 3 de las mejores figuras del momento decidan contratarle y compartir todo entre ellos, con tal de no perder el tren del éxito y la victoria que garantiza Aldon?

Empecemos por el principio, Aldon Baker se inició en el mundo de la alta competición como ciclista, pasó varios años haciendo el campeonato americano y el mundial de BTT, los suficientes para comprobar que en el deporte del ciclismo el talento y el sacrificio es útil hasta un determinado nivel, pero que para seguir ascendiendo peldaños a partir de un cierto punto había que recurrir al dopaje «sí o sí».

Como esta no era su idea del deporte y  de su ética personal de deportista un buen día decidió abandonar la práctica del ciclismo como profesional.

Cuando la envidia y la ignorancia, cuando no la mala uva, hacen que muchas bocas se abran para acusarle de dopar a sus pupilos, antes deberían saber lo que este hombre ha hecho y vivido y que si está en el motocross es precisamente porque un día, tiempo atrás, decidió cambiar de aires para respirar, precisamente, aire puro, aire no contaminado por anfetaminas, estimulantes o esteroides.

Quizás este detalle no sea suficiente para muchos, pero cuando se le pregunta directamente a Baker, él siempre responde que agradecería que la AMA se decidiera a implantar de una vez y para siempre controles antidoping serios y desenmascarar de una vez por todas esa leyenda negra y a la vez limpiar el deporte.

Antes de todo esto Baker estuvo en la «Army», en las Fuerzas Especiales y eso le ayudó a forjarse un carácter y un físico en acero. El Mountain Bike le aupó a lo más alto de la competición deportiva y el siguiente paso, una vez decidido el abandono, fue entrar en el mundo del motocross, pero veamos cómo fue este salto, un poco particular.

No sé si todos habéis oído hablar de Johnny O’Mara,  muchos supongo que sí, para el resto diré que Johnny O’ es famoso por su gran carrera en USA en MX y SX y por su participación en los MXON a bordo de su Honda 125 con la que pasaba y repasaba a las motos gordas remontando y alucinando al personal, como pocas veces se ha visto. O’Mara era, además de crossero profesional, un gran aficionado al deporte en general y a las carreras de Triatlón en particular, de las que participaba en tantas como podía con notable éxito, incluso simultaneándolas con su carrera profesional en el motocross.

Fue en una de ellas donde ambos pro se conocieron, para un ex ciclista hiper sano y super deportista el ambiente ideal donde podrás localizarlo no es una discoteca o un bar, sino mucho antes en una prueba de triatlón.

 

Aldon Baker venía de una retirada no demasiado deseada de su carrera deportiva y Johnny O’Mara era entonces, ya terminada su carrera profesional en el motocross, el coach de un joven piloto de motocross llamado Ricky Carmichael.

O’Mara, sabiendo de los méritos y la capacidad atlética de Baker le propuso entrenar a su Carmichael. Esta es una de esas cosas maravillosas que tanto me gusta de los países más progresados, la gente que conoce sus límites busca para progresar el apoyarse en otros más capaces que ellos, promocionándoles y proponiéndolos, en vez de taparles y apropiarse luego a sus espaldas de sus logros.

Aldon puso unas condiciones inamovibles e innegociables acerca de lo que el chico debería cumplir en caso de que llegasen a un acuerdo, una especie de «promesa a fuego» que una vez pactada no debía incumplirse por duro que fuera el entrenamiento o difícil de cumplir, sobretodo, a nivel de la cuestión dietética.

Y puso también un precio a sus conocimientos, pidiendo un porcentaje sobre las ganancias que el piloto consiguiese en las carreras gracias a sus consejos y participación.

La madre de RC4, que era quien gestionaba todos los negocios y la carrera deportiva de Carmichael, dijo que todo ello era una absoluta locura y que no quería contratarlo, que no daba su aprobación y que no pensaba ni entrar a negociarlo.

Fue entonces  O’Mara quien se encargó de convencerla, al explicarle que él mismo era un gran atleta y que podría intentar dar esos consejos en lo deportivo y en la dietética, pero que nada aseguraba tanto el resultado, y unas ganancias mucho mayores económicamente hablando, cómo contratar a Aldon Baker y pasar así directamente a un escalafón superior, al que ningún otro rival podría acceder.

Era una apuesta ciega, Baker tenía fama como ciclista pero nunca había hecho de entrenador, pero O’Mara era un hombre de campo, no un rellena contratos, había sido piloto y sabía cómo le hubiera venido bien a él mismo encontrar un hombre así cuando él competía y apostó a fondo por el fichaje!

Al final, mama Carmichael lo entendió y cedió. Aceptó todas las cláusulas y condiciones impuestas por Baker y prometió que ella misma haría cumplir al pequeño Ricky todo y cuanto se habían comprometido a cumplir firmando el contrato, especialmente el tema de la comida.

RC era el típico chiquillo americano gordito y comilón,  un «fat boy» gordito ya de nacimiento, gran consumidor de burguers y french fries (hamburguesas y patatas fritas), pero con un pilotaje impresionante y unas ganas de esforzarse que suplían todos sus defectos a nivel técnico y físico.

Baker  estuvo 7 años con RC y los títulos salían ya por las orejas y los dólares inundaban sus cuentas bancarias cuando un buen día Ricky decidió su retirada del motocross profesional. Me salto toda la etapa deportiva de Carmichael y todo lo que este llegó a conseguir deportiva y profesionalmente porque me parece de toda obviedad y de sobras por todos conocido, aunque si alguno, desperdigado, salta y me dice que no sabe nada de RC, de quien era y de todo lo que el GOAT logró, me desmeleno y me lió a escribir su historia hasta que el teclado de mi ordenador se desgaste de tanto escribir letras. Ojito!

De nuevo en «el paro» después de años de fructífero trabajo, Baker se replantea entonces hacía que campo se reorientará, cuando, solo enterarse de la noticia de la retirada de RC, le llama James Stewart Senior y le propone que entrene a su hijo, que en 2008 salía de una lesión y que quería volver con toda la fuerza después de haber estado realmente en «el agujero».

Un deportista es lo que su cerebro decida que quiere ser y eso tan obvio no siempre es tan fácil de gestionar como puedan pensar espectadores externos:

«A mira! Quiero ser campeón del Mundo! Me meto a ello y con creerlo ya tengo el trabajo medio hecho!»

No, esto no funciona así.

Además de tener, obviamente, las cualidades técnicas necesarias, hay que saber que nuestro cerebro es un arma poderosísima, pero de doble filo, al mismo tiempo que puedo lanzarnos hacia arriba tan alto como jamás hubiéramos imaginado, puede, por el contrario ser nuestro peor enemigo y hacernos cometer errores y fallos y hundirnos en la miseria y la desesperanza.

A veces un buen entrenador, con saber evitar esa parte negativa que hay en todo cerebro humano, tiene mucho del camino recorrido sin haber consumido ni una sola hora de gimnasio.

Baker vio enseguida que con Stewart el proceso sería bien diferente al seguido con RC, Stewart no tenía prácticamente ninguna laguna técnica y se había labrado ya un físico de autentico campeón  en el deporte. A decir verdad, Stewart no confiaba demasiado en una gran mejora, más bien buscaba volver a montar y volver a las carreras en buena forma, superando su lesión y sobretodo superando su agujero negro, ese vacío que le deprimía y que amenazaba con frenarle definitivamente si no hacía algo que lo volviera a la cúspide, pero una vez se puso en manos de Aldon Baker quedó sorprendido de todo lo que Baker le aportó, a todos los niveles.

Ganó en todas las carreras y en todas las mangas, 12 carreras y 24 mangas, una detrás de otra, la perfect season soñada llegó y 2008 fue el año Stewart en el Outdoors, en 2009 ganó 11 carreras y el título de SX y llegando a 2010 se le ocurrió la genial idea del «SX Only» que tanta tinta hizo derramar  y que tanto desprecio de los aficionados le «proporcionó».

 

La explicación oficial, o la excusa, como prefiráis, fue que el presupuesto no daba para hacer también los outdoors. Eran años de crisis económica, recién estallada la burbuja inmobiliaria y los créditos basura en los EEUU, las marcas reculaban y los sponsors ponían menos dinero encima de las mesas de los equipos, con todo ello en danza, un super-star como Stewart decidió hacer solo el SX y decidió también que para eso, sin motocross y sin mangas largas a la vista, no hacía tanta falta tener un entrenador que, de paso, mordía en los beneficios llevándose un porcentaje. Tomada la peor decisión de todo su carrera Stewart se alejó del motocross y  despidió a Baker.

Nunca hemos vuelto a ver a ese Stewart de 2008. ¡Esa es la verdad! Quizás haya otras razones, cosas entre bastidores que nunca sabremos, pero un buen coach te lleva hasta en los más pequeños detalles, te ayuda y te da confianza y sin saber demasiado exactamente cómo, hace que el campeón lo sea aún más y que éxito no se separe de su pupilo.

Villopoto apareció entonces, llamó también en cuanto se enteró y le contrató enseguida. El paro no está hecho para los hombres como Baker. Este era la pieza que le faltaba a Villopoto en su puzzle personal para llegar a ser un campeón casi imbatible, tenía ya una buena moto,

también un buen físico y un buen entorno, motivación, talento, lo tenía casi todo, pero le faltaba algo, le faltaba ese entrenador mágico que hace perder kilos a todos sus clientes a base de alterar su alimentación desde el primer día y que hace firmar contratos draconianos antes de empezar a trabajar en serio.

La gente que dicen que eso no es posible sin dopaje, me refiero a perder kilos entrenando y mejorando la forma física, deberían antes enterarse un poco de todo lo que puede hacerse en nutrición humana simplemente utilizando los buenos elementos y eliminando la comida basura,  que es el 90% de la alimentación moderna en los países desarrollados, pero eso es predicar en el desierto, lo sé, porque esa misma gente que hablan sin saber, tampoco van a estar interesados en informarse de algo sobre lo que es difícil acceder a la buena información.

Dopaje, es una palabra prohibida en el código vital de Aldon Baker. Dietética, en cambio, es la palabra mágica que hace esos «milagros» se hagan realidad en pocas semanas y sin las terribles consecuencias desfavorables que sí tiene el dopaje y, diría también, las dietas mal planteadas.

En 2014 Villlopoto ha permitido entrar en el grupo de entrenos a Ken Roczen que como antes hicieron RC, Stewart y Villo, quería completar sus propias piezas del puzzle que hacen que un ganador se convierta en un campeón.

En esta entrevista lo explica el mismo Aldon, aclarando un punto que mucha gente ve difícil de entender, ¿Cómo un campeón como Villo deja entrar en su grupo de entrenamiento a un aspirante que podrá luego rivalizarle a nivel deportivo desde ese mismo, su primer año, en 450?:

http://motocross.transworld.net/1000156895/news/trainer-talk-aldon-baker/

Algunas preguntas acerca del famoso método entrenamiento de Aldon Baker. ¿Cuál es su secreto? la Nutrición.

¿Cuál es su gran área de trabajo? La parte Mental de sus pilotos.

¿Qué le hace diferente a otros entrenadores? La Especificidad con que analiza a sus pupilos y el enfoque diferenciado que da a cada uno de ellos. Villopoto no hace el mismo programa de Ken Roczden y Adam Cianciarulo mucho menos aún.

Preguntado acerca de lo que debería hacer un piloto que quiera mejorar y progresar en este deporte, estas son las respuestas de Aldon Baker:

1-Analizar. Lo primero que hay que hacer cuando se quiere progresar es saber que hace falta cambiar en su manera de trabajar. ¿Cuáles son los puntos fuertes de un piloto? ¿Cuáles son sus puntos débiles?  Esta etapa de auto-análisis de uno mismo es fundamental. (Ojo, que no dice de análisis externo, sino «auto análisis»)

2-Planificar. Para progresar uno debe saber a dónde va y adónde quiere ir. Entrenar sin definir el objetivo no sirve para casi nada. Antes de salir a entrenar definid lo que vais a hacer y por qué vais a hacer precisamente eso.

3-Organizar. El tiempo suele ser un recurso escaso para casi todos, por tanto, aunque tengamos pocos minutos por día debemos ser capaces de planificar y organizarnos de manera que podamos hacer un tiempo mínimo de minutos de entrenamiento por día.

4-La dietética. La comida es el carburante que hace mover nuestro motor. Muchos pilotos lo olvidan o le dan poca importancia y eso es un enorme error.

5-La suavidad de ejecución. Es una manera de mantener la forma en un punto alto durante mucho tiempo. Hacer deporte no significa necesariamente hacerlo bruscamente. Por poner un ejemplo Ryan Villopoto inicia su jornada diaria con 40 minutos de estiramientos y 40 minutos de Yoga.

Para muchos estos parámetros «de inicio» pueden resultar poco carismáticos, decir que hay que hacer deporte sin brusquedades puede sonar a todo lo contrario de lo que se espera de un ex miembro de las Fuerzas Especiales, ex Campeón ciclista y entrenador de grandes campeones, pero para él está muy claro que las cosas pasan por la parte de la suavidad y la relajación.

Villopoto es el presente, Roczen y Cianciarulo van llegando y son el futuro y cuando estos pasen vendrán otros y Aldon Baker seguirá formando parte de la familia que representa el motocross por un tiempo aún y la gente seguirá preguntándose qué lleva la poción mágica que da a sus entrenados, pero mucho me parece a mí que no hay tal pócima, sin que lo que hay es más bien un coctel bien mezclado y agitado.

¡El Aldon Baker express!

Autor: Newtime

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